lunes, 26 de marzo de 2012

"Esa noche deseada"

Aquella noche en la que el cielo estaba estrellado, tú y yo subimos a la azotea, nos tumbamos y empezamos a ver las estrellas, en ese momento siento que me miras, te miro y nuestras miradas reflejan lo que sentimos, nuestras ganas de besarnos y parar el tiempo para estar juntos por siempre. Me acerco a tu cuerpo, te rodeo con mis brazos mientras te digo al oído lo mucho que te amo. Me respondes con un beso, un beso que desearía que no acabara nunca, ya que me transporta a otro mundo, en el que solo tú puedes hacerme la persona más feliz del planeta. Un amor que si fuera cierto, sería eterno.


"Tú y yo"

El sonido de tu voz provoca un hormigueo que recorre todas las extremidades de mi cuerpo. El olor de tu piel me provoca un desconsuelo interno que hace que intente salir corriendo hacia a ti, para agarrarte y no volver a soltarte nunca. La cercanía de nuestros cuerpos pero que a la vez nos aleja por no ser correspondidos. Algo en mi interior me dice que no estamos tan lejos como parece, que sentimos lo mismo, que no somos capaces de saber lo que siente el uno por el otro, que nos da miedo admitir lo que nos dice el corazón. Estoy harta de sufrir,necesito ser feliz de una vez. La felicidad me rodea y me siento impotente.
Si fuera así, si de verdad sintiéramos lo mismo, si sintieras lo mismo que siento yo por ti, mi mundo sería especial, podría morir tranquila, sería la chica más feliz del mundo. Te amaría para toda la vida. El tiempo pasa más rápido si estás cerca, si sé que pronto te voy a ver. Me encantaría pasar una tarde lluviosa junto a ti, besando nuestro labios húmedos, pasar las noches viendo películas tirados en el sofá, mientras comemos palomitas, sin separar nuestras manos. Me encantaría un mundo contigo, que no tuviéramos problemas a los que enfrentarnos. Pero el mundo no es perfecto y ésto es lo que nos ha tocado ser.


domingo, 25 de marzo de 2012

"Anhelo"

Anhelo el cosquilleo que recorría mi cuerpo cuando tan solo un finísimo velo de energía separaba nuestras manos. Anhelo el fuego que me subía desde la punta de los dedos del pie hasta los labios cuando nos besábamos. Anhelo el olor de tu piel saliendo por cada uno de tus poros cuando nos abrazábamos. Anhelo las tardes de verano que pasamos acostados bajo la copa de aquel cerezo en flor. Anhelo las cartas, las rosas blancas y los numerosos detalles que me dabas por San Valentín. Anhelo esa forma tuya de acariciarme el pelo cuando creías que estaba dormida sobre tu regazo. Anhelo tus besos en la frente cuando nos íbamos a dormir y las llamadas y mensajes de buenas noches. Anhelo tu forma de mirarme mientras me peinaba y cuando me cogías por la cintura cariñosamente para después susurrarme cosas al oído. Te anhelo. Desearía que volvieras aquí, junto a mí, para no volver a separarnos nunca más. Te quiero y no sé como seguir si tú no estás junto a mí. Sin ti, nada tiene sentido.

sábado, 24 de marzo de 2012

"Golpe tras golpe, todo empieza de nuevo"

                  Me prometí a mí misma que ésto no volvería a ocurrir, que jamás volvería a pasar, que nunca caería en las trampas de Cupido, que no me enamoraría si el chico idóneo, el perfecto, no aparecía. Pero fallé, erré como muchas veces lo he hecho. Juraba, juraba por las dos personas que más quiero en el mundo, que después de haber tropezado innumerable veces con la misma piedra y de haberme levantado como he podido, después del daño que me hicieron la última vez, que ésto no sucedería de nuevo.
                  Pero no he sido capaz de dejar de enamorarme de un chico, aunque me lo he prometido muchas veces. Quizás sea porque necesito ese cariño que solo una pareja puede darme. Pero, como ya lo pasado, pasado está y no puedo volver atrás, porque...,porque sus ojos me hipnotizan y me hacen caer a un profundo pozo, por esos defectos que todo el mundo ve en él menos yo, esos que me hicieron volverme loca por él, que cada vez que lo veo, el corazón lucha por salir corriendo y juntarse al de él, por eso, tengo que aguantar.
                  Debo hacer frente a todos eso ataques que solo tratan de hundirme, pero no lo logran, porque lo que consiguen es hacerme cada vez más fuerte. Sé que lo hacen por mi bien, pero...no puedo aceptarlo. Quizás no sepa aceptarlo porque un muro de cristal no me deja ver más allá de lo que quiere mi corazón, pero ¿ya que más da, si  lo que siento es tan fuerte que sería imposible destruirlo? Puede ser que ésto sea algo pasajero, un capricho de adolescente en plena pubertad, puedes ser...Como puede ser que ya no sea tan pasajero como parece y que a lo largo de los años crezca y crezca cada vez más y llegue a un momento que sea imparable.
                  Lo mejor sería olvidarlo, aceptar que es un suelo imposible de realizar.¿Pero, para qué?Si lo olvido, volveré a hacerme la promesa d no enamorarme hasta que sea el momento y volveré a tropezar con la misma piedra, como otras tantas veces, a golpearme cuantiosas veces con el muro de cristal.¿Para qué? Mejor sería quedarme como estoy, en un punto intermedio en el que no saber que hacer. O quizás,... no tener corazón para no enamorarme de la persona equivocada y que no se esté rompiendo cada vez que algo falla y teniéndolo que arreglar con parches en él, que con el tiempo se despegan y dejan a la luz las heridas que aún no han cicatrizado, mientras otras nuevas aparecen antes de que las otras sanen. ¿Qué debo hacer?¿Qué camino debo tomar?



"Mi ángel"

Esta noche he soñado de nuevo contigo.Yo estaba tumbada sobre una nube, cuando apareces tú, volando, con  tus majestuosas alas. Mi ángel por fin aparecía. Luego te acostabas junto a mí y giro mi cabeza para encontrarse, juguetona, con la tuya. Se nos escapa una leve sonrisa mientras que nuestros labio se van juntando lentamente, hasta que se unen en uno solo. Estamos así durante varios minutos, no quiero que ésto acabe. Luego me deslizo hasta tu pecho y nuestras manos se enlazan. Pasan las horas, pero no en vano. Nos levantamos y empezamos a caminar sin rumbo fijo,cuando, de repente, me elevas en el aire y volamos hasta la Luna. Es una noche preciosa. Alzas el vuelo durante un momento y vuelves con una pequeña estrella entre tus manos, que colocas cuidadosamente en mi pelo. Volvemos a nuestro hogar justo a tiempo de ver el amanecer. Nuestros caminos se separan, peor no sin antes darnos un apasionante y caluroso beso, que desearía no acabase nunca. Otro día empieza y comienza todo de nuevo. Esa mañana de invierno, bajamos a la tierra. Jugamos a tener una vida normal. Vamos a la escuela, en los descansos corremos para encontrarnos, por la tarde vamos al parque para dar un paseo y coger una barquita y navegar en el enorme lago que hay en el centro y por la noche, un picnic al aire libre, tirados en la arena de la playa mientras vemos los fuegos artificiales por San Patricio. Es un día inolvidable.