sábado, 21 de diciembre de 2013

El amor no es solo dolor. Capítulo 21.

         Amanecía en el hospital. Cristal tenía unas ojeras que hacían que sus enormes ojos verdes se perdiesen en la profundidad del oscuro mar. Mientras, los de Eric seguían cerrados, porque él viajaba en su estado de inconsciencia sin un rumbo fijo.
         Entró en la fría habitación un joven estudiante de medicina junto a las amigas de Cristal babeando por detrás. Venía a ver cómo continuaba el estado de salud del paciente.
         Después de verificar que todo continuaba igual se marchó con mucha elegancia, seguido por la mirada indiscreta de Daniela, Yolanda y Raquel.
            -Cris,¿has visto como está el tío ese?- preguntó Yolanda.
            -He estado a punto de pedirle que se casase conmigo cuando me he resbalado con las babas que soltaba Yoli- contó Daniela elevando la voz por encima de las de las demás.
            -Lo siento cariño, pero es que  hasta le arrancaba esos braquets de cuajo. Se llama Adrián y si todo él bajo la bata blanca esa es tan bonito como su cara, se la quitaba y le hacía un hijo- comentó Yolanda soltando una carcajada.
         Cris no aguantaba oír nada más de ese tío salir de la boca de sus amigas.
         Ellas seguían cotorreando acerca de lo bueno que estaba Adrián cuando Cristal estalló y gritó:
             -¡Parad ya de hablar sobre ese chico!¡Me da igual si es guapo o no, como se llame y todas las demás tonterías que no habéis parado de decir hasta ahora! Solo me interesa como médico y lo único que quiero de él es que haga que Eric se recupere.
             -No te pongas así. Seguro que tú también te has fijado en lo guapo que es y no quieres admitirlo porque tu noviecito está medio muriéndose en esa camilla.- le gritó Yolanda, justo antes de taparse la boca para no decir algo igual a lo que acababa de gritarle a su amiga-Lo siento Cris, no quería decir eso. Perdóname.
            -Largo.- dijo en voz baja Cristal-Largo de aquí, todas.- siguió diciendo elevando por completo su voz y su ira-No quiero volver a veros en un tiempo. No volváis por aquí.
         Sus amigas se marcharon sin rechistar porque sabían que lo habían hecho mal, sobretodo Yolanda, que mientras salía por la puerta le rogaba con la mirada su perdón, sin obtener respuesta de Cristal, que mantenía su cabeza gacha en dirección a Eric mientras una lágrima seguida por otras recorrían sus mejillas y empañaban sus tristes ojos.
         ¡No se podía creer que sus amigas, sus amigas, se hubiesen comportado así!
         ¿Qué tendría ese chico para que todas se quedasen mirándolo sin articular palabras? Vale que era guapo, y que Cristal se había fijado en eso cuando entró a la habitación, pero supo guardar la compostura.
         Cris paró un momento su cabreo y su llanto y se dio cuenta que la cara de ese chico le resultaba familiar.
         Antes de conocer a Eric, en la universidad ya lo había visto en los pasillos y había intentado ligar con él, fracasando porque le sacaba él unos siete años y cuando eso ella solo tenía dieciocho años.
         Por su cara al entrar a la habitación y verla, él la había reconocido mucho antes que ella a él.
         Podría tener un año más que la última vez que habló con ella en el pasillo de la facultad y con su picardía le había pedido que fuese su novio. Seguía estando tan guapa como ese día y ahora que no tenía novia no le importaría salir con ella.
         Pero Adrián acaba de caer en algo; en la habitación había un chico, Eric creía recordar que se llamaba, y por lo que había oído, era el novio de Cristal.

Comienzan las vacaciones y....

Hace unos días comenzaron mis vacaciones y la verdad es que hasta ahora no he tenido mucho tiempo para ponerme a escribir la culpa es del horario. Entre que tengo que hacer las cosas rápido por las mañanas y por la noche prácticamente no puedo hacer nada porque estoy cansada, solo puedo aprovechar algún fin de semana que otro y alguna hora en clase en la que nos dejen hacer cosas distintas o que no estemos haciendo nada y la tengamos libre para poder escribir un poco.
A parte de eso he estado con otros textos que no corresponden a la historia El amor no es solo dolor porque el blog no se basa solo en esa sección y esos si los he subido porque no me cuesta tanto imaginármelos y redactarlos tanto como los capítulos puesto que la mayoría son sueños que he tenido y me gusta contaros.
A partir de ahora intentaré ponerme al día con los capítulos que tengo atrasados y escribir algunos más para cuando comience las clases de nuevo y no tenga tiempo de escribirlos. Posiblemente intente en esta semana recuperar todos los capítulos que lleve con atraso y ponerme así al día. Además tendré que compaginar los capítulos con estudiar un poco y pasar tiempo con mis amigos que hace tiempo que no los veo, porque me merezco un descansito, que este trimestre me lo he currado como la que más jajaja.
A continuación os dejo el siguiente capítulo de la historia de Eric y Cristal que continúa casi o igual de intrigante como el capítulo anterior.
Seguro que os sorprende, nadie se espera lo que va a pasar, ni siquiera yo misma se lo que va a pasar hasta que empiezo a escribir jajaja.
Por cierto, FELIZ NAVIDAD a todos mis lectores. Espero y os deseo que este año 2014 que empieza pronto os depare todo lo mejor que podáis recibir.
Una pregunta, ¿qué deseo le pedís a este año nuevo? Yo, como en todos los anteriores, pido encontrar un novio :s jajaja. Es que soy muy romántica jaja. ¿Y vosotros? Déjenme sus deseos en los comentarios, si no os importa.

                                    

"El niño de los ojos azules"

         Terminaba un día que había transcurrido con una comida con mis padres y unos amigos suyos. El coche iba demasiado lleno y como estábamos cerca de casa, algunos tuvimos que empezar a caminar para llegar a ella. De repente alguien montado en una moto apareció cerca nuestro, pero al principio no le presté mucha atención. Seguí caminando y el de la moto me seguía. Me paré y cabreada le dije que qué pasaba.   Primero, mientras hablaba se subió la visera del casco y pude ver unos hermosos ojos azules aunque era de noche se podía distinguir perfectamente el color y después se quitó el casco completamente. ¡Yo conocía a ese chico! De pequeños habíamos estado muchos años compartiendo clase.
         Estaba harta ya de caminar, y como vivimos relativamente cerca le pedí que si me podía subir en la moto él. Accedió y los demás pudieron subir en el coche de mis padres.
         Más rápido que la velocidad de la luz estábamos por fuera de su casa. Aparcó y me acompañó hasta la puerta de mi casa. Todavía quedaba tiempo para que los demás llegaran, así que empezamos a hablar. 
         Comenzamos prenguntándonos cosas que no sabíamos del otro después de tanto tiempo sin vernos.
         De pronto me contó que llevaba mucho tiempo enamorado de mi, que aún se acordaba del primer día que me vio, en el que todos no parábamos de llorar porque no queríamos separarnos de nuestras madres, cuando yo llevaba mis rizos.
         No podía comprender cómo no me lo había dicho después de todos los años que nos conocíamos.   Pero cuando quise preguntárselo, mis padres llegaron y él se marchó.
         Al día siguiente vino de nuevo a mi casa. Bajé y empezamos a hablar mientras caminábamos.
         Fuimos hasta su casa y al entrar nos encontramos a su madre. Después fuimos al salón y nos sentamos. Charlamos sobre todas las cosas que habíamos hecho juntos cuando aún estábamos en el colegio.          Recordé las veces que fuimos el uno a la casa del otro para hacer miles de trabajos, cuando salimos en Halloween juntos y mi madre le pedía al otro amigo que nos acompañaba que me cuidara bien, que de él no se fiaba, cuando mi regla partida acabó en medio de su frente haciéndole un puntito rojo que le duró unos cuantos días y la curiosa cicatriz que dejó en mi barbilla de por vida después de un torpe cabezazo por ir los dos corriendo.
         Le comenté que una de mis ilusiones era hacer una reunión de antiguos alumnos, como lo hacen los estadounidenses, y juntar a todos los que compartimos clase durante nueve años.
         "-¿Por qué te gustaría hacer eso?- me preguntó.
          -Quitando algunas cosas, esa época fue la mejor de mi vida. Estos años han jugado mucho conmigo y se han reído mucho de mí. En el colegio se metían un poco conmigo, sus palabras nunca me hicieron daño, porque solo eramos un par de mocosos."
         Seguimos saliendo como amigos durante un tiempo, me llevaba a dar vueltas en su moto,etc., aunque sabía que aún le gustaba.
         Más tarde, un día me llegó un mensaje suyo diciéndome que buscara un traje bonito, que al día siguiente me llevaría a un sitio muy elegante.
         Conseguí un hermoso traje azul que me llegaba casi a los pies.
         Como me había dicho me vino a buscar, pero esta vez con el coche.
         "-Menos mal que trajiste el coche porque con estos tacones no puedo caminar más de dos metros sin caerme.
          -No dejaría que te cayeses. No te preocupes. Toma, póntelo en los ojos y asegúrate de que no ves nada.- me dijo pasándome un trozo de tela."
         Yo me la coloqué y aunque llevaba los ojos tapados, intentaba averiguar por los movimientos del coche a dónde nos dirigíamos, pero no lo logré.
         De pronto sentí que paramos, su puerta abrirse y cerrarse y luego abrirse la mía. Me tendió su mano para bajarme del coche y luego me dirigió hacia ese misterioso lugar.
         "-Cuidado, ahí hay un escalón, no te vayas a tropezar. Sujétate a mi brazo si quieres."
          Llegamos y quitó la venda que me tapaba los ojos. Estábamos en el colegio. Pero no era como todos los días; en medio del patio había un escenario y alrededor estaban varias mesas redondas colocadas y perfectamente decoradas para una ocasión especial.
          No podía entender por qué el colegio estaba así ni por qué estaban todos allí. Mis antiguos compañeros y algunos de otras clases se encontraban ahí.
          Solo lo pude comprender cuando él me dijo que mi sueño, mi deseo se había cumplido, él lo había hecho realidad.
          La reunión había comenzado y todos estábamos comiendo en las mesas ordenados por la clase en la que estuvimos cuando me llamaron al escenario para que dijera algunas palabras. Brevemente recordé algunas cosas que me habían ocurrido en el pasado con algunos de mis compañeros, como cuando con mi mejor amiga de esa época empezábamos a darle pequeñas patadas a los chicos, o cuando me caí y me tuve que pasar una de las fiestas locales con el brazo en cabestrillo,... No me podía olvidar de él, el niño de los ojos azules que se había convertido en todo un hombre que me sacaba una cabeza.
          Comenté que ese tiempo fue uno de los mejores para mi, aunque había veces que se metían conmigo, pero eran cosas de niñas pequeñas y ya lo había olvidado.
          "-Aunque el colegio fuese donde mejor lo pasé, no me puedo olvidar de lo mucho que he aprendido en el instituto ni de las personas que ahí he conocido, porque esas, exactamente una que está aquí presente y otra que no está, que han hecho esos seis años los más amenos y divertidos posibles. Por eso quiero darles las gracias a esas dos personitas que tanto quiero. Espero que lo sepan y no se les olvide nunca."
          Por último mis palabras fueron:
          "-Y por último quiero decir que hoy he aprendido una lección muy importante, y es que lo que empezó en el colegio puede seguir hasta ahora y que hay veces que se le puede dar una oportunidad al pasado."
          Bajé del escenario y la música empezó a sonar. Él me sacó a bailar.
          "-Señorita, ¿me concede este baile?"
          Empezamos a bailar cuando mi "papi" apareció y me pidió que lo acompañase. Me apartó para decirme que había grabado mis palabras y se las había enviado a mi mejor amigo, que por un mensaje me contestó que claro que lo sabían y que ellos también me querían.
           Después me devolvió con mi pareja de baile. Me preguntó que me había dicho y se lo conté.   Empezó una canción lenta y nos acercamos más, yo apoyé mi cabeza en su hombro y seguimos la música.
           Me preguntó que si lo que había dicho en el escenario iba por alguien en concreto y yo le respondí que iba por él. Y nos fundimos en un beso.


¡OTRO SORTEO!

Mi querida Nanny Nakia nos ha vuelto a sorprender con un supersorteo internacional, y es que esta vez está ofreciendo nada más y nada menos que 34 libros entre ellos algunas sagas. Daros prisa porque se acaba dentro de muy poco. Yo ya participio.
Como siempre os dejo el banner aquí al ladito.
Como diría Effie de los Juegos del hambre.....¡Que comiencen los juegos del hambre y que la suerte esté siempre de vuestra parte!

lunes, 9 de diciembre de 2013

El amor no es solo dolor. Capítulo 20

         Eric no dejaba de sentirse culpable. Por su culpa Cristal se podía haber hecho daño. Aunque Raquel le había asegurado y repetido que Cris estaba bien, no podía parar de dar vueltas en su habitación, preocupado.
         No pensaba que se lo iba a tomar de una forma tan drástica, y cuando oyó el crujido del vaso al tocar el suelo, el corazón se le subió a la garganta.
         Aunque fuera a ser padre de nuevo con Patricia, eso había sido un error de borracho que Cris no tenía por que pagar.
         No quería a Patricia, pero no por ello iba a renunciar a su primer hijo, de verdad, y pasar de él.
         Pero no quería pensar más en el ser que más daño le había hecho.
         Cogió una sudadera del armario, se puso las zapatillas que utilizaba para ir al gimnasio después de clase y salió a correr por las calles de su pueblo.
         No muy lejos vivía Cristal y estaba tan preocupado, que no pudo resistirse, aunque fuera ya bastante tarde, a acercarse y ver cómo estaba.
         Suponía que sus amigas estarían todavía ahí, tan preocupadas como él y aunque no las conocía personalmente, eso no lo iba a detener de lograr su propósito.
         Lo estaba pasando mal y quería estar con ella todo el tiempo posible, apoyarla y consolarla.
         Seguramente estaría cabreada con él, normal, iba a tener un hijo con su ex, otra vez y lo entendía, pero aún así se pensaba quedar con ella.
         Fue aminorando la velocidad a la vez que se acercaba más y más al apartamento.
         Tocó el timbre con decisión y esperó a que alguien respondiera a través de él.
         Pasó un rato y no salía nadie a hablar con él; miraba hacia las ventanas por donde se había asomado Cristal semanas antes, pero las cortinas cerradas no le dejaban ver nada.
        A través de la cámara del telefonillo las cuatro podían ver quien era el que llamaba. Daniela quiso abrirle, pero con un grito que la asustó, Yolanda y Cristal, al unisono, le ordenaron que no lo hiciese.
        Eric al final desistió y se puso en camino, de vuelta a casa, pensando en que la había fastidiado y que su relación había llegado a su fin.
        Cuando esperaba en la esquina de la calle a que el semáforo cambiase de color, giró la cabeza por última vez para ver la casa de Cristal, y al verla igual que minutos atrás, cruzó la calle, aunque el semáforo continuaba en rojo.
        Iba pensando en tantas cosas a la vez, que no se percató que un coche se le acercaba a gran velocidad.
        Desde el piso de Cristal oyeron el escándalo que se había formado después del atropello.
        Las chicas corrieron a toda prisa por las escaleras, aflojando el ritmo cuanto más se acercaban y temiéndose lo  peor.
        Yolanda fue la primera en llegar, tiene unas piernas larguíiisimas, y al ver a Eric inconsciente en el suelo, intentó frenar a Cristal para que no lo viese en ese estado, pero ni siquiera sujetándola las tres la pudieron detener.
        Ese no era el momento para cabreos ni estados de shock. Cris tenía que reaccionar.
        Después de un rato perdida en no se sabe dónde gritó: "¡Eric!"
        No podía quedarse ahí quieta mientras estaba perdiendo a su novio a cada minuto que pasaba.
        Empezó a gritar histérica que alguien llamase a una ambulancia, pero aunque le asegurasen que ya lo habían hecho un rato antes y que estaría al llegar, no podía esperar más; la ambulancia tendría, no, debería de estar ya ahí.
        Unos minutos más tarde llegó, junto a la policía, una ambulancia.
        Cris se montó en ella y se fue con Eric camino al hospital.
        Daniela, Yolanda y Raquel los seguían con el coche.

martes, 3 de diciembre de 2013

Nuevo sorteo

Aunque tenga mala suerte rebosando por mis poros, tengo la cabezonería de seguir participando en sorteos.
Este es el segundo en el que participo del gran blog Nanny Books y se sortean tres libros de las sagas "Los juegos del hambre", "Hermosas criaturas" y "Cazadores de sombras: ciudad de huesos".
Sería un gran regalo por navidad llevarme estos tres librazos.
Os dejo el banner aquí al lado, en la sección de sorteos.