Buenos días, quiero contaros algo que me
dio por pensar ayer a las 6 de la mañana:
Decimos que conocemos a muchas personas o
pocas, pero ¿de verdad las conocemos tanto y tan bien como pensamos? Yo pienso
que no, que nunca llegamos a conocer a las personas del todo.
Compartes tu vida con un montón de
personas y entre ellas eliges a quien quieres dedicarle parte de tu tiempo para
“conocerla”. Pero en el fondo nada, te quedas a mitad del camino de aprender
todas las cosas de esas personas.
Hay personas que has visto nacer y otras que
te han visto nacer a ti y crees conocerlas, pero siempre hay algo que no sabes
de ellas (y que a veces prefieres no saber), secretos que se guardan y que no
quieren contar a nadie.
Otras personas han llegado a tu vida más
tarde y crees que después de horas y horas de conversaciones sabes muchas cosas
de ellas, crees “conocerlas”, pero muchas cosas se quedan en el tintero.
Las parejas, esas personas con las que
podrás pasar el resto de tu vida, otro ejemplo de personas que jamás, por mucho
tiempo que pases junto a ellas, terminarás de conocer.
Ni siquiera si se pudiese vivir
eternamente esto se podría conseguir, porque a medida que transcurre el tiempo,
ocurren nuevas cosas a cada persona.
Incluso, nosotros mismos no nos conocemos
del todo, hay cosas que se nos escapan a nuestra capacidad de observación, como
dice la ventana de Johari que tan bien me enseñó un profesor el año pasado, en
las que está la parte ciega (los demás ven en nosotros lo que no vemos) y la
parte desconocida (nadie conoce lo que está en su interior, ni siquiera
nosotros); y no había sabido reconocerlo hasta ahora.
¿Es por eso que aun estando rodeados de
personas que “conocemos” hay momentos en los que nos sentimos solos? ¿Nos
sentimos apartados por ello? A mí me ha pasado sentirme así con mi grupo de
amigos, con mi familia incluso.
Llevo dos años en una clase con personas
que considero amigos, pero en realidad casi no sé nada de su vida, y eso me frustra,
porque por primera vez en muchos años me he sentido cómoda y feliz rodeada de
compañeros de clase. Y me doy cuenta de que en menos de dos meses nuestros
caminos se separarán y no podré tener la oportunidad de continuar conociéndolos
y disfrutar más de su compañía, de las risas que han hecho de estos dos años un
trago más llevadero.
Llevo años siendo amiga de unos amigos,
que más que amigos son hermanos, con los que me he podido quedar hablando hasta
las cuatro de la mañana, y siento que todavía hay cosas que no sé de ellos.
Creí conocer a una persona que me hizo
pensar que éramos amigos, pero que con el tiempo cambió y todavía hoy en día no
sé qué fue lo que ocurrió, porque no lo conocía y lo que creía saber de él
puede ser una mentira.
Siento tantos “peros”, pero quería
compartir mi reflexión y mi experiencia personal con ustedes. Sé que esto no es
de lo que suelo subir en el blog, pero espero que lo lean, opinen y reflexionen
sobre ello.
- -Un saludo y muchos besos,
Durmiendo en las nubes.
Te comprendo, a mi me paso lo mismo. Creía conocer a mis amigos pero ahora me doi cuenta de que no es así en absoluto que son prácticamente desconocidos. Sus gustos, sus manías, todo lo que conocía de ellos parece que sea esfumado, ya no queda nada, ahora cada uno empieza a irse por su lado y aunque los intento retener soy la única que lucha y eso hace que empieza a dudar de todo, al mirar atrás pienso que tal vez nuestras charlas, risas, lágrimas, confesiones, abrazos no significaron nada para ello y yo era la única lo tomo como algo especial.
ResponderEliminarY en clase me pasa lo mismo convivió con gente que no conozco y finguen llevarse bien pero en las malas todos huyen.
Ya no se que pensar, me desanimo, para que intentar conocer a gente nueva si nunca los conocerás? Estoy harta que las personas mientan, estoy cansada de reír pero tener ganas de llorrar y gritar sin embargo ocultarlo por el bien de todos...