"¡Sorpresa!"

           Después de que se acabasen las clases, habían pasado ya dos largos meses desde que no te veía, desde que no había vuelto a saber nada de ti, y ayer de repente, sin quererlo y sin saberlo, te volví a ver. No pensé que llegaría a verte ahí.
           Era la primera vez que había tenido que ir a hacer un examen en septiembre, cosa que tú ya habías tenido que hacer antes, pero fue algo que me sorprendió, que hizo que con los nervios que tenía, una sonrisa apareciera de pronto en mi cara.
           Por unos segundos mi cara tuvo que haberse ruborizado, que hasta mi hermanita que iba conmigo se dio cuenta. Nadie más se dio cuenta de ello, no creo ni siquiera que tú te dieras cuenta de que estaba pasando a tu lado, de que había suspendido por primera vez en mi vida, pero eso da igual, Te volví a ver después de tanto tiempo.
           Quizás este sea el último año que te vaya a ver, que cada día cuente los minutos que quedan para que toque el timbre y pueda bajar al recreo y verte, porque este es ya mi último año en el instituto.
           Este año pienso disfrutar al máximo, de mis amigos que quedarán allí aunque yo no este, y de ti, de poder verte todos los días que pueda, al salir al pasillo en los cambios de clase o incluso en esas carreritas para comprar rápido en la cafetería y esos trayectos y vueltas que les hago dar a los que me acompañan, para poder pasar por delante tuyo y estar unos minutos contemplándote, sin que tú te des cuenta.
          Aunque si repito que se le va a hacer, será que lo necesito, y será una escusa para seguir viéndote un añito más.