martes, 22 de octubre de 2013

"Unidos por un sueño."

       De repente, cerca de las cinco de la mañana, algo muy extraño interrumpió mis sueños.
       Mi mente comenzó a maquinar una historia hasta bien entrada la tarde.
       Nunca pensé que el protagonista de mis desvelos podía cambiar.
       Ahora os contaré este extraño juego de mi loca imaginación.

           Empezaba en un clase y junto a todos mis compañeros hacíamos una actividad con globos. Yo me caí al suelo y él, empujado por una de mis compañeras, cayó encima mio. Con sus manos impidió que mi cabeza tocase el suelo y sin yo esperarlo, me besó.
            Los días pasaron igual que siempre y nada extraño sucedió hasta que otro día, en la misma clase, el profesor nos pidió que nos pusiésemos en círculo, con los ojos cerrados, y para integrarnos, cada uno de nosotros teníamos que darle un beso donde quisiéramos a otro compañero. Después de explicarnos el juego, nos dijo que cuando sintiésemos el beso, abriésemos los ojos para saber quien era el portador.
            Fueron pasando los minutos de clase cuando de pronto sentí unos labios sobre los míos. Haciéndole caso al profesor, mi mirada se encontró de frente con las suya. ¡Otra vez me besaba! 
        Volví a cerrar los ojos lo más rápido que pude y me quedé en mi sitio en estado de shock. No desperté de este estado hasta que el profesor tocó mi hombro para decirme que era mi turno. Me acerqué a una de mis compañeras y le di un suave beso en la mejilla.
        Cuando la clase acabó, él miró hacia donde yo estaba con cara de sorprendido. ¡A lo mejor se esperaba que mi beso fuese para él y se extrañó al no recibirlo nunca!
          Acabaron las clases y con mis amigas me senté en una mesa a hablar. Pero no estábamos solas. Él estaba al otro lado de las calle jugando con su móvil.
            Me sentía furiosa porque primero me besaba y luego pasaba de mi, y no podía entenderlo.
            Mi guagua llegaba y tenía que cruzar la calle para cogerla a tiempo, pero un coche se interpuso en mi camino y me atropelló. 
           No recordaba nada de lo que había sucedido después de ver al coche acercarse, sino un momento de lucidez que lo vi agarrándome la cabeza y pidiéndome que siguiera con él. Después todo se volvió oscuro de nuevo.
         No sabía si eso había sido una alucinación o si él me había sacado de la carretera y me había recogido en sus brazos.
           No sé cuanto tiempo más tarde desperté en la habitación de un hospital. Lo primero que pude ver al abrir los ojos fue a él sentado en un sillón mientras dormía.
           Giré mi cabeza y pude ver a mi madre cogiéndome la mano y sorprendida al verme despertar.
         Casi en un susurro le pedí que no hablase muy alto, no quería despertarlo. Le dije también que me contase lo que había pasado, que por qué había acabado en esa habitación.
           Me contó mi accidente, que él me había apartado de la carretera y que cuando la ambulancia llegó a por mi, él se montó y que desde ese momento no se había separado de mi lado.
           Solo salía del cuarto cuando mis padres entraban a visitarme, decía que no me quería dejar sola ni un minuto.
         Cuando mi madre se marchó, me volví a dormir, no quería abrir los ojos hasta sentir que él estaba despierto. Quería que pensase que era el primero al que viese al despertar.
           Cuando sentí sus manos apretando las mías con fuerza, abrí los ojos despacio, como si llevase siglos durmiendo, aunque apenas había dormido hora y media desde que vi a mi madre.
           En su cara se veía que quería gritar, pero que un nudo en la garganta se lo impedía.
           Le sonreí y como pudo me dijo: "Hola enana."
        Hablamos durante una rato sobre lo que había pasado y luego me pidió que fuese su novia, poniéndome un anillo con la inscripción Te amo. X 26-09-013.
          Al principio no entendía el porqué de esa fecha hasta que me di cuenta de que ese fue nuestro primer día de clase.
          El médico me mandó que caminase y lo hice sujetando el gotero en una mano y la suya agarrándome la otra.
          De vuelta a la habitación, me acosté en la cama mientras él se duchaba. Cuando salió ya era la hora de dormir y le pedí que se acostase a mi  lado. Antes de cerrar los ojos, se quitó la camiseta y yo me apoyé en su cálido pecho. Así pude dormir, sintiendo como su calor emanaba de la piel y se encontraba con mi cara.
            A la mañana siguiente vinieron mis dos mejores amigos a visitarme. Aproveché para que uno de ellos llamase al gilipollas que decía ser mi amigo y del cual había estado enamorada.
         Cuando lo llamó, éste al principio no se enteraba de quien era esa supuesta amiga con la que le gustaba hablar, hasta que le dijo esa frase que él tanto me decía "Soñar es gratis." En ese momento se dio cuenta de que esa era yo y vino a visitarme.
           Al llegar quiso hablar conmigo a solas, pero yo no quería quedarme sola con él. X se quedó conmigo en el cuarto, mientras que aquel se escondía detrás de un ramo de flores que me había traído.
           Las puso en un jarrón lleno de agua mientras me reprochaba estar con otro. 
         Le expliqué lo que en su momento sentí por él, explicándole que si no le había dicho nada era para conservar nuestra rara amistad y que cuando él dejó de hablarme me tuve que resignar.
        Él me contó que lo había hecho por las indirectas que yo escribía, aunque él también estaba enamorado de mi. Me pidió que estuviese con él, pero yo ahora tenía novio. Le enseñé el anillo que me había regalado el día anterior con su inscripción en el interior. 
           En ese momento, su cara empalideció y no supo que responder.
         De mala manera le reproché que si tanto sentía por mi por qué había tenido esa actitud con la que decía que solo era su amiga.
           ¡Por fin se fue! Después de una visita no del todo feliz decidimos grabar un vídeo para enviárselo a los de clase.
          "Hola chicos, siento haberos preocupado. Os echo mucho de menos. Además siento haberos robado a alguien importante un tiempito. Hay una persona que quiere mandaros un saludito. Guapísimo cámara, saluda a los chicos" Y él, que es más chulo que un ocho, giró la cámara del móvil para grabarse y empezó a hacer el mono. "Besitos. Espero veros pronto." Y de regalo, les mandamos un beso. ¡Me encantaría ver sus caras cuando vean el vídeo.
         Después se sentó conmigo en la cama.
      "Me encantó que fueses lo último que vi cuando pensé que me moría y lo primero que viese al despertar. Te quiero."
         Más tarde, cuando salí del hospital, yo también le regalé un anillo con la misma inscripción.
        "¿Tú también te enamoraste de mi desde el día que me viste?." "Claro, de lo feo que eres me enamoré de ti. ¿Cómo no me iba a volver loca con el pedazo de bombón que tengo enfrente?"

      Y ahí terminó el bonito y triste porque no se va a cumplir sueño que mi asquerosa imaginación me metió en la mente y hace que me desconsuele.


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